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jueves, 24 de enero de 2013

VATICANO, 24 Ene. 13 / 10:21 am (ACI/EWTN Noticias).- Hoy se dio a conocer el mensaje del Papa Benedicto XVI para la 47º Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebra el 12 de mayo.
 El texto lleva por título “Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”. 
A continuación ACI Prensa presenta el mensaje completo.


“Queridos hermanos y hermanas:
Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2013, deseo proponeros algunas reflexiones acerca de una realidad cada vez más importante, y que tiene que ver con el modo en el que las personas se comunican hoy entre sí.
Quisiera detenerme a considerar el desarrollo de las redes sociales digitales, que están contribuyendo a que surja una nueva «ágora», una plaza pública y abierta en la que las personas comparten ideas, informaciones, opiniones, y donde, además, nacen nuevas relaciones y formas de comunidad.
Estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana.
El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación, los contactos pueden transformarse en amistad, las conexiones pueden facilitar la comunión. Si las redes sociales están llamadas a actualizar esta gran potencialidad, las personas que participan en ellas deben esforzarse por ser auténticas, porque en estos espacios no se comparten tan solo ideas e informaciones, sino que, en última instancia, son ellas mismas el objeto de la comunicación.
El desarrollo de las redes sociales requiere un compromiso: las personas se sienten implicadas cuando han de construir relaciones y encontrar amistades, cuando buscan respuestas a sus preguntas, o se divierten, pero también cuando se sienten estimuladas intelectualmente y comparten competencias y conocimientos. Las redes se convierten así, cada vez más, en parte del tejido de la sociedad, en cuanto que unen a las personas en virtud de estas necesidades fundamentales. Las redes sociales se alimentan, por tanto, de aspiraciones radicadas en el corazón del hombre.
La cultura de las redes sociales y los cambios en las formas y los estilos de la comunicación suponen todo un desafío para quienes desean hablar de verdad y de valores. A menudo, como sucede también con otros medios de comunicación social, el significado y la eficacia de las diferentes formas de expresión parecen determinados más por su popularidad que por su importancia y validez intrínsecas.
La popularidad, a su vez, depende a menudo más de la fama o de estrategias persuasivas que de la lógica de la argumentación. A veces, la voz discreta de la razón se ve sofocada por el ruido de tanta información y no consigue despertar la atención, que se reserva en cambio a quienes se expresan de manera más persuasiva.
Los medios de comunicación social necesitan, por tanto, del compromiso de todos aquellos que son conscientes del valor del diálogo, del debate razonado, de la argumentación lógica; de personas que tratan de cultivar formas de discurso y de expresión que apelan a las más nobles aspiraciones de quien está implicado en el proceso comunicativo.
El diálogo y el debate pueden florecer y crecer asimismo cuando se conversa y se toma en serio a quienes sostienen ideas distintas de las nuestras. «Teniendo en cuenta la diversidad cultural, es preciso lograr que las personas no sólo acepten la existencia de la cultura del otro, sino que aspiren también a enriquecerse con ella y a ofrecerle lo que se tiene de bueno, de verdadero y de bello» (Discurso para el Encuentro con el mundo de la cultura, Belém, Lisboa, 12 mayo 2010).
Las redes sociales deben afrontar el desafío de ser verdaderamente inclusivas: de este modo, se beneficiarán de la plena participación de los creyentes que desean compartir el Mensaje de Jesús y los valores de la dignidad humana que promueven sus enseñanzas. En efecto, los creyentes advierten de modo cada vez más claro que si la Buena Noticia no se da a conocer también en el ambiente digital podría quedar fuera del ámbito de la experiencia de muchas personas para las que este espacio existencial es importante.
El ambiente digital no es un mundo paralelo o puramente virtual, sino que forma parte de la realidad cotidiana de muchos, especialmente de los más jóvenes. Las redes sociales son el fruto de la interacción humana pero, a su vez, dan nueva forma a las dinámicas de la comunicación que crea relaciones; por tanto, una comprensión atenta de este ambiente es el prerrequisito para una presencia significativa dentro del mismo.
La capacidad de utilizar los nuevos lenguajes es necesaria no tanto para estar al paso con los tiempos, sino precisamente para permitir que la infinita riqueza del Evangelio encuentre formas de expresión que puedan alcanzar las mentes y los corazones de todos. En el ambiente digital, la palabra escrita se encuentra con frecuencia acompañada de imágenes y sonidos.
Una comunicación eficaz, como las parábolas de Jesús, ha de estimular la imaginación y la sensibilidad afectiva de aquéllos a quienes queremos invitar a un encuentro con el misterio del amor de Dios. Por lo demás, sabemos que la tradición cristiana ha sido siempre rica en signos y símbolos: pienso, por ejemplo, en la cruz, los iconos, el belén, las imágenes de la Virgen María, los vitrales y las pinturas de las iglesias. Una parte sustancial del patrimonio artístico de la humanidad ha sido realizada por artistas y músicos que han intentado expresar las verdades de la fe.
En las redes sociales se pone de manifiesto la autenticidad de los creyentes cuando comparten la fuente profunda de su esperanza y de su alegría: la fe en el Dios rico de misericordia y de amor, revelado en Jesucristo. Este compartir consiste no solo en la expresión explícita de la fe, sino también en el testimonio, es decir, «en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él». (Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2011).
Una forma especialmente significativa de dar testimonio es la voluntad de donarse a los demás mediante la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana. La presencia en las redes sociales del diálogo sobre la fe y el creer confirma la relevancia de la religión en el debate público y social.
Para quienes han acogido con corazón abierto el don de la fe, la respuesta radical a las preguntas del hombre sobre el amor, la verdad y el significado de la vida -que están presentes en las redes sociales- se encuentra en la persona de Jesucristo. Es natural que quien tiene fe desee compartirla, con respeto y sensibilidad, con las personas que encuentra en el ambiente digital. Pero en definitiva los buenos frutos que el compartir el Evangelio puede dar, se deben más a la capacidad de la Palabra de Dios de tocar los corazones, que a cualquier esfuerzo nuestro.
La confianza en el poder de la acción de Dios debe ser superior a la seguridad que depositemos en el uso de los medios humanos. También en el ambiente digital, en el que con facilidad se alzan voces con tonos demasiado fuertes y conflictivos, y donde a veces se corre el riesgo de que prevalezca el sensacionalismo, estamos llamados a un atento discernimiento.
Y recordemos, a este respecto, que Elías reconoció la voz de Dios no en el viento fuerte e impetuoso, ni en el terremoto o en el fuego, sino en el «susurro de una brisa suave» (1R 19,11-12). Confiemos en que los deseos fundamentales del hombre de amar y ser amado, de encontrar significado y verdad –que Dios mismo ha colocado en el corazón del ser humano– hagan que los hombres y mujeres de nuestro tiempo estén siempre abiertos a lo que el beato cardenal Newman llamaba la «luz amable» de la fe.
Las redes sociales, además de instrumento de evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano. Por ejemplo, en algunos contextos geográficos y culturales en los que los cristianos se sienten aislados, las redes sociales permiten fortalecer el sentido de su efectiva unidad con la comunidad universal de los creyentes. Las redes ofrecen la posibilidad de compartir fácilmente los recursos espirituales y litúrgicos, y hacen que las personas puedan rezar con un renovado sentido de cercanía con quienes profesan su misma fe.
La implicación auténtica e interactiva con las cuestiones y las dudas de quienes están lejos de la fe nos debe hacer sentir la necesidad de alimentar con la oración y la reflexión nuestra fe en la presencia de Dios, y también nuestra caridad activa: «Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe» (1 Co 13,1).
Existen redes sociales que, en el ambiente digital, ofrecen al hombre de hoy ocasiones para orar, meditar y compartir la Palabra de Dios. Pero estas redes pueden asimismo abrir las puertas a otras dimensiones de la fe. De hecho, muchas personas están descubriendo, precisamente gracias a un contacto que comenzó en la red, la importancia del encuentro directo, de la experiencia de comunidad o también de peregrinación, elementos que son importantes en el camino de fe.
Tratando de hacer presente el Evangelio en el ambiente digital, podemos invitar a las personas a vivir encuentros de oración o celebraciones litúrgicas en lugares concretos como iglesias o capillas. Debe de haber coherencia y unidad en la expresión de nuestra fe y en nuestro testimonio del Evangelio dentro de la realidad en la que estamos llamados a vivir, tanto si se trata de la realidad física como de la digital. Ante los demás, estamos llamados a dar a conocer el amor de Dios, hasta los más remotos confines de la tierra.
Rezo para que el Espíritu de Dios os acompañe y os ilumine siempre, y al mismo tiempo os bendigo de corazón para que podáis ser verdaderamente mensajeros y testigos del Evangelio. «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16,15).

Vaticano, 24 de enero de 2013, fiesta de san Francisco de Sales

BENEDICTUS PP. XVI”
Conferencia Episcopal Venezolana



La Conferencia Episcopal Venezolana cuenta ahora con dos sub secretarios generales. Se trata de los presbíteros Antonio Velásquez y Víctor Hugo Basabe quienes sustituyen al subsecretario saliente, presbítero José Gregorio Salazar en la coordinación de diversos servicios de esa institución junto al Obispo Secretario General que en este caso es Mons. Jesús González de Zárate.
El padre Antonio Velásquez pertenece al Presbiterio trujillano y actualmente ocupa también el cargo de director del departamento de Pastoral Familiar e Infancia en la misma Conferencia Episcopal.
En opinión de Monseñor Oswaldo Azuaje esta designación llena de orgullo  la Iglesia trujillana pues el padre Velásquez, como hijo sacerdote de esta tierra, prestará un destacado servicio a la Iglesia a través de sus funciones junto al padre Basabe en esta institución tan importante como es la Conferencia Episcopal Venezolana.
Caminar en la fe, la esperanza y el amor.


“Un día, la Fe, la Esperanza y el Amor salieron por el mundo para ayudar a los afligidos… ¿Quién de los tres sería capaz de realizar el mejor trabajo para la gloria de Dios?
A la orilla del camino encontraron a un pobre paralítico que sufría desde su nacimiento. Él permanecía todo el tiempo en aquel lugar, mendigando a las almas caritativas, a fin de obtener el sustento para sobrevivir.
Delante de esa situación, la Fe se posicionó antes que la Esperanza y que el Amor, y se dispuso a resolver el caso:-Esperen aquí. Voy a realizar mi obra en la vida de este infeliz y arrancarlo de esta situación miserable.
Sin demora, la Fe llevó al hombre la Palabra de Dios y esta penetró en su corazón. Inmediatamente el paralítico se rebeló en contra de la situación. Usando la Fe que ahora poseía en su corazón, determinó su cura. Oró a Dios y sus huesos y articulaciones se volvieron firmes. ¡Por primera vez en su vida se puso de pie y por eso saltó de alegría!
-¡Estoy libre! ¡Estoy libre!- gritaba con euforia. La fe lo había liberado. Ahora él era un nuevo hombre. Estaba realmente libre de las opresiones de la enfermedad. No necesitaba más quedarse a la orilla del camino para mendigar, y mucho menos padecer los dolores de antes. ¡Qué obra maravillosa había realizado la fe!
Sin embargo, pasada la euforia de las primeras horas, el hombre recordó que no tenía adonde ir. Él no tenía casa, amigos, o cualquier profesión que le diese condiciones de establecerse en la vida. La única cosa que sabía hacer era mendigar el pan. La incertidumbre invadió su corazón.
En ese momento, la Esperanza sintió que era su hora de actuar:-Déjenme ayudar a ese hombre. Haré por él lo que la Fe no pudo hacer.
Así, ella lo llevó a lo alto de una montaña e hizo que viese los campos fértiles de la tierra. De esta manera, su corazón fue cambiado y entendió que podía prosperar. Movido por la fuerza de la Esperanza se levantó y se puso en camino. Luego consiguió trabajo en un campo cercano y rápidamente aprendió a cultivar la tierra. En poco tiempo, había ahorrado lo suficiente para comprar su propio campo.
Con la Fe y la Esperanza renovaba sus fuerzas cada día, y en pocos años expandió grandiosamente sus negocios. Sus cosechas pasaron a ser exportadas en barcos, alcanzando puertos en todo el mundo. Tenía muchos empleados y se volvió uno de los hombres más exitoso y próspero de la Tierra.
La Fe y la Esperanza estaban satisfechas con el maravilloso trabajo que habían producido en la vida de aquel hombre.
Entonces, las dos le dijeron al Amor:
-No te preocupes en realizar tu obra. Ves que juntas, cambiamos completamente la vida de este hombre, haciéndolo saludable y próspero.
Así, el Amor partió en búsqueda de quién pudiese ayudar.
El hombre siguió creciendo. Su imperio se expandió por todos lados. Eran tantas sus casas que muchas de ellas él ni siquiera conocía. Viajó por el mundo entero pero no había nada más que lo sorprendiera. Probó los mejores manjares y se vistió con las mejores ropas. Era tanta su riqueza sin embargo, con el pasar del tiempo el hombre perdió el interés en la vida, se volvió fastidioso y triste.
-Tengo todo lo que un hombre pudiera desear, pero todavía me siento vacío- decía él.
La fe y la Esperanza se preguntaban qué podrían hacer para hacerlo fuerte como antes. Él ahora poseía todo lo que la Fe y la Esperanza podían conquistar. No necesitaba de milagros de cura, ni tener esperanzas para el futuro, pues era muy rico.
-¿Quién podrá ayudarnos? No queremos que la obra que realizamos en la vida de este hombre se desmorone porque grande sería la ruina- decían ellas
Así, las dos fueron en búsqueda del Amor para pedirle ayuda. El Amor volvió con ellas y realizó la obra en el corazón de aquel hombre.
Al sentir Amor, él pasó a entender a Dios y a Su extraordinaria obra. Comenzó a ver surgir en sí mismo un cambio completo que le trajo el deseo inmenso de tener comunión con Dios, y estos momentos eran ahora mucho más importantes que todo lo que había experimentado antes. Más importantes que su salud y prosperidad.
Surgió también en su vida el deseo de ser útil, de ayudar a otros que padecían, como él había sufrido un día a la orilla del camino.
Así, olvidándose de sí mismo se dedicaba a servir al prójimo. Cada día su fuerza aumentaba. Su motivación ahora, venía del Amor y de la transformación que veía en la vida de aquellos a quien ayudaba.
De esta manera encontró la felicidad y nunca más la perdió. La Fe y la Esperanza entendieron que, por más que sus obras hubiesen sido de una grandeza extraordinaria, con el pasar del tiempo, sin el Amor todo perdía sentido. La Fe es rápida, la Esperanza permanece por más tiempo, pero el Amor nunca se acaba.”
Como seres humanos estamos llamados a vivir la vida en plenitud, en libertad y dejando huellas; el nuevo año que Dios nos regala es un libro de páginas en blanco para escribir cada día la historia de nuestras vidas, es una oportunidad maravillosa para regalarnos la experiencia de una vida vivida en la fe la esperanza y la caridad… y Dios tenga que premiarnos un día porque nos la comimos viviendo.
Por eso San Pablo nos enseña en la primera carta a los Corintios:“Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”, (1 Corintios 13, 13).La fe, es el ingrediente vital y necesario para acercarse a Dios. Sin la fe es imposible agradar a Dios. La esperanza es la segunda virtud cristiana. Es la confianza de lograr una cosa o de que se realice lo que se desea. Pero San Pablo pone el amor en la cima de la lista, significando que la mayor realización para cualquier cristiano es amar.


EE.UU: CIENTOS DE MILES MARCHARÁN POR LA VIDA Y CONTRA EL ABORTO EL 25 DE ENERO


El próximo viernes 25 de enero, Washington D.C. (Estados Unidos), será nuevamente el escenario donde cientos de miles de personas, en su mayoría jóvenes, se congregarán para participar en la anual “Marcha por la Vida” y exigir la abolición del aborto.

Este año se conmemora el 40ª aniversario del fallo Roe Vs Wade que permitió la legalización del aborto en Estados Unidos. En este contexto, la nueva presidenta de “Marcha por la Vida” Jeanne Monahan, dijo a ACI Prensa que la manifestación está marcada por muchos cambios dirigidos especialmente a los jóvenes y la renovación cultural.

"Estamos tratando de hacer un buen trabajo de conmemoración de los 55 millones de vidas que hemos perdido en las últimas cuatro décadas, pero al mismo tiempo, capturando el entusiasmo de las personas en la marcha y de los jóvenes", indicó el 15 de enero.

La concentración será al mediodía en el Mall Nacional entre la Séptima y la Novena calle y a la 1:30 pm la Marcha recorrerá la Avenida de la Constitución hacia el edificio de la Corte Suprema en el Capitol Hill.

La marcha durará sólo una hora a diferencia de otros años y contará con algunos ponentes “que conocen realmente la situación” y los discursos “serán todos vanguardistas en el tema pro vida”, culturales y legales, señaló la organizadora.

Monahan estimó que alrededor del 80 por ciento de los participantes de esta marcha serán jóvenes, lo que representa un indicador esperanzador ya que ellos son el futuro para el movimiento pro-vida y esto causaría gran impacto sobre la cultura.

Los primeros reportes de los medios han indicado que la asistencia a la “Marcha por la Vida” puede superar en número a la de la toma de posesión presidencial del 21 de enero.

Monahan confirmó a ACI Prensa que "vemos todo tipo de signos de mayor entusiasmo y emoción. Hay todo tipo de indicadores que apuntan a la participación de una gran multitud. La marcha tiene un impacto enorme, pero aún no podemos medir la magnitud".

Explicó que este impacto no sólo se verá en el Congreso, sino “también en el mensaje que la marcha le dice al mundo y a Washington D.C: Somos pro-vida, respetamos la vida y queremos protegerla".

Monahan señaló que la lucha por la vida “es realmente una batalla espiritual. Esta marcha tiene un enorme impacto salvando vidas”.

Cuando se conmemoró el primer aniversario de la legalización del aborto en Estados Unidos, la líder pro-vida Nellie Gray decidió iniciar en la capital del país la “Marcha por la Vida” para protestar contra la ley abortista y en defensa de la dignidad del ser humano desde la concepción.

Gray falleció a la edad de 86 años el 13 de agosto del 2012. Monahan recordó a Nellie Gray y dijo que "una cosa que admiraba mucho y aprendí de ella es cómo oraba por las personas y tenía un corazón misericordioso hacia aquellos que participan en la industria del aborto”. El próximo viernes 25 de enero, Washington D.C. (Estados Unidos), será nuevamente el escenario donde cientos de miles de personas, en su mayoría jóvenes, se congregarán para participar en la anual “Marcha por la Vida” y exigir la abolición del aborto. Este año se conmemora el 40ª aniversario del fallo Roe Vs Wade que permitió la legalización del aborto en Estados Unidos. En este contexto, la nueva presidenta de “Marcha por la Vida” Jeanne Monahan, dijo a ACI Prensa que la manifestación está marcada por muchos cambios dirigidos especialmente a los jóvenes y la renovación cultural."Estamos tratando de hacer un buen trabajo de conmemoración de los 55 millones de vidas que hemos perdido en las últimas cuatro décadas, pero al mismo tiempo, capturando el entusiasmo de las personas en la marcha y de los jóvenes", indicó el 15 de enero.La concentración será al mediodía en el Mall Nacional entre la Séptima y la Novena calle y a la 1:30 pm la Marcha recorrerá la Avenida de la Constitución hacia el edificio de la Corte Suprema en el Capitol Hill.La marcha durará sólo una hora a diferencia de otros años y contará con algunos ponentes “que conocen realmente la situación” y los discursos “serán todos vanguardistas en el tema pro vida”, culturales y legales, señaló la organizadora.Monahan estimó que alrededor del 80 por ciento de los participantes de esta marcha serán jóvenes, lo que representa un indicador esperanzador ya que ellos son el futuro para el movimiento pro-vida y esto causaría gran impacto sobre la cultura.Los primeros reportes de los medios han indicado que la asistencia a la “Marcha por la Vida” puede superar en número a la de la toma de posesión presidencial del 21 de enero.Monahan confirmó a ACI Prensa que "vemos todo tipo de signos de mayor entusiasmo y emoción. Hay todo tipo de indicadores que apuntan a la participación de una gran multitud. La marcha tiene un impacto enorme, pero aún no podemos medir la magnitud".Explicó que este impacto no sólo se verá en el Congreso, sino “también en el mensaje que la marcha le dice al mundo y a Washington D.C: Somos pro-vida, respetamos la vida y queremos protegerla".Monahan señaló que la lucha por la vida “es realmente una batalla espiritual. Esta marcha tiene un enorme impacto salvando vidas”.Cuando se conmemoró el primer aniversario de la legalización del aborto en Estados Unidos, la líder pro-vida Nellie Gray decidió iniciar en la capital del país la “Marcha por la Vida” para protestar contra la ley abortista y en defensa de la dignidad del ser humano desde la concepción.Gray falleció a la edad de 86 años el 13 de agosto del 2012. Monahan recordó a Nellie Gray y dijo que "una cosa que admiraba mucho y aprendí de ella es cómo oraba por las personas y tenía un corazón misericordioso hacia aquellos que participan en la industria del aborto”.
Nota de ACI/EWTN Noticias
22 - Ene 2013.-

MENSAJE DE NAVIDAD DE LA COMISIÒN EPISCOPAL DE FAMILIA E INFANCIA DE LA CEV

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MENSAJE DE NAVIDAD


Una de las celebraciones más hermosas a lo largo del año es sin duda alguna la fiesta del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, hecho ocurrido hace más de veinte siglos pero que dejó una huella imborrable en la historia de la humanidad.
La forma como Dios cumplió su promesa de enviar un Salvador fue realmente sorprendente. En el seno de una familia humilde, la familia de Nazareth, ignorado por el mundo de entonces, nació el que había sido anunciado por los profetas, el Mesías, el Hijo de Dios.
La generosa respuesta de María hizo posible la venida del Señor. Su entrega generosa, su actitud humilde al reconocer las maravillas que Dios realiza a través de sus criaturas, su fe y obediencia al plan de Dios, permitieron la acción del Espíritu Santo para que, fecundado su seno virginal, apareciera el que había de restaurar la amistad entre Dios y el hombre, entre el Creador y su creatura. La incursión de Dios en la historia humana la seguimos celebrando año tras año con el gozo de sabernos redimidos, agradecidos por la bondad de Dios para con sus criaturas.
Ante este gran acontecimiento, la Conferencia Episcopal Venezolana, a través de la Comisión Episcopal  y el  Departamento de Pastoral familiar e infancia, envía a toda la familia venezolana y a todas las familias que hacen vida en nuestro país, un cordial saludo y nuestros mejores deseos de que la celebración cristiana de la Navidad sea prenda de abundantes bendiciones para todos sus integrantes y que en el nuevo año que está por comenzar trabajemos con alegría y dedicación para construir juntos una sociedad más justa y humana, en la cual reservemos un lugar especial para el Dios amoroso, cuyo amor es tan grande que nos ha enviado a su propio Hijo para que tengamos vida por Él.
Conscientes de nuestras limitaciones, invocamos la bendición  de Dios y la protección de la santísima Virgen María, madre de Jesús y madre nuestra,  a fin de que caminemos por las sendas del bien y participemos de la alegría de sabernos hijos suyos. Llamados a profundizar, celebrar y transmitir la fe en este año convocado por el Papa Benedicto XVI, propongámonos conocer cada día mejor la persona, la vida, el mensaje de nuestro Señor Jesucristo, quien debe ocupar siempre el centro de nuestras vidas.
FELIZ NAVIDAD y que el año 2013 sea para todos un año de crecimiento en la
fe. Con mi Bendición.

†  Mons. Rafael Conde Alfonzo
Obispo de Maracay
Presidente de la Comisión Episcopal de
Familia e infancia